Me siento frustrado estar en una iglesia donde se admire al hombre, y que pongan sus ojos en sus dones y no en su carácter.
Me frustra que la iglesia se ofenda y diga que criticas cuando señalas la falsedad de algunos ministros, pero no se ofenda al oírlos hablar sus herejías, y que no se ofenda cuando son saqueadas sus ovejas y llevadas a una idolatría continua a dichos famosos.
Me frustra ver a Neófitos en el liderazgo, que sin un cambio en su alma se atreven a levantarlos sobre otros enseñoreándose de ellos.
Me frustra ver a ministros y líderes que no estorban ni amonestan a los sensuales que están llevando una doble vida y que sin duda alguna van camino al infierno pues no han nacido de nuevo realmente pero que para ellos son dignos de alabar y aun de recomendar.
Me frustra ser un cristiano tibio que no vive la santidad de Dios y que solo asiste a la iglesia de vez en cuando.
Queremos una iglesia de verdad!!! Donde al pecado se le diga pecado, donde exista la disciplina, donde haya un equilibrio entre el carisma y el carácter, donde se predique la palabra sin importar si les gusta o no!!!
Me frustra ser un cristiano tibio que no vive la santidad de Dios y que solo asiste a la iglesia de vez en cuando.
Queremos una iglesia de verdad!!! Donde al pecado se le diga pecado, donde exista la disciplina, donde haya un equilibrio entre el carisma y el carácter, donde se predique la palabra sin importar si les gusta o no!!!
Me siento frustrado de no encontrar una verdadera iglesia y de pertenecer a un club social.
Por Luis Enrique Alvarado Mendez
