domingo, 12 de agosto de 2012

LA VOLUNTAD DE DIOS ES NUESTRA SANTIFICACION

Llamamiento a una vida santa


1Pe 1:13  - 16

Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;

como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;

 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;

porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.




LO QUE NOS ENSEÑA  LA VISION  Y EL LLAMAMIENTO DE ISAIAS   CAP 6
                                                                                                                                                                                                                                                                                                   En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. Por encima de él había serafines;                                                                                                                              cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo,  santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su  gloria. Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo. Entonces dije:   ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios  inmundos,  han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.
                                                                                                                                                                                                                                                        Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas;  y tocando con él sobre mi boca, dijo:   He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.    Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?            Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí



               VEAMOS    VERSO   POR VERSO   EL PROFUNDO SIGNIFICADO DE ESTE PASAJE

 En el año que murió el rey Uzías

EL SEÑOR se aparece al profeta en su trono deslumbrante de gloria, rodeado de su escolta de honor, los ángeles;tan memorable teofanía tuvo lugar en el año de la muerte del rey Ozías, es decir, hacia el 740 AC.

 vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.

Como un rey oriental, EL SEÑOR viene envuelto en un manto con gran vuelo, signo   con el que llena la superficie del templo de Jerusalén en un momento en que quizá estaba Isaías en oracion                               El templo era símbolo de la presencia real de EL SEÑOR en su pueblo, como antes lo había sido el tabernáculo del desierto

Isa 6:2  Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.

En su escolta de honor figuraban unos seres misteriosos, que el profeta llama serafines de forma humana, considerados como seres celestiales.    En la Biblia no vuelven a mencionarse estos seres angélicos con dicho nombre de serafines.                                                                                                                                                                                                                                             En la aparición están volando, como formando un cortejo de honor al trono del Señor,  y con dos de sus alas se cubren la faz en señal de respeto y veneración,    pues nadie podía mirar cara a cara a Dios,  y con otras dos se cubren sus pies, probablemente eufemismo para indicar la desnudez de su cuerpo, y, por fin,     con las otras dos se sostienen en el aire, formando como un halo de gloria y majestad



Isa 6:3  Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos;
toda la tierra está llena de su gloria.

 Y a coro responden: Santo, Santo, Santo, lo que es un semitismo  o  expresión del idioma para indicar una cosa santísima.  No hay, pues, razón para ver aquí, con algunos teólogos antiguos, la revelación de las tres personas de la Santísima Trinidad.             Dios es el Santo, el puro, el incontaminado por excelencia, trascendente sobre toda común criatura, y este carácter de deslumbrante pureza es lo que hace temblar a Isaías,     lleno de imperfecciones, y que habita además en un pueblo sumamente materialista e imperfecto.                                                                                                                                                                                                                      Está la tierra llena de su gloria, es decir, toda la tierra se halla penetrada del sello de la santidad de Dios,     ya que la gloria no es sino la manifestación de la misma santidad íntima de Dios, que en la literatura del A.T. es lo característico de la divinidad.

Isa 6:4  Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.

Ante este grito de alabanza temblaron las puertas en sus quicios   del templo, y la casa se llenó de humo, “el humo de la gloria de Dios.”   Dios se había manifestado a los padres en el desierto durante el día en forma de nube, y en la noche en forma de fuego para guiales  por le desierto hacia la tierra prometida.         Aquí más bien se destaca la trascendencia de Dios, quien para no dejarse ver totalmente se rodea de una nebulosa humeante,     precisamente para que el profeta recobre confianza y no desmaye ante la presencia del Señor.    Cuando la dedicación del templo, también la “gloria de Dios” se manifestó en forma de una nube de humo que llenó todo el recinto.


  
Isa 6:5  Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; 
 porque siendo hombre inmundo de labios,
y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey,                          Jehová de los ejércitos.
  
El profeta quedó aterrado ante la majestad de Dios, y su primera reflexión fue que estaba condenado a muerte, porque había visto al Rey, Yahvé de los ejércitos.        Era corriente entre los israelitas creer que nadie podía ver a Dios sin morir al instante . Esta creencia general impresionó particularmente al profeta,   porque se reconocía de labios impuros, es decir, impuro, pecador, y por otra parte se hallaba particularmente solidarizado con un pueblo también de labios impuros.     Isaías hubiera querido alternar con los serafines en la proclamación de la santidad de Dios, pero sus labios se hallaban contaminados con mil impurezas, como su pueblo.


Isa 6:6  Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas;
Isa 6:7  y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.

Ante esta confesión de su propia impureza, uno de los serafines  por la Gracia de Dios  tomó un carbón encendido y le purificó los labios, limpiándole simbólicamente de todo lo profano   que pudiera separarle de la santidad de Dios. Y, sobre todo, lo simbólico de esta acción está en función de la misión de predicar el mensaje de Dios a su pueblo,    que se indicará a continuación . El fuego era símbolo de purificación y de santidad , por aquello de que purifica los metales preciosos en el crisol, separando las escorias.  Isaías, purificado, era apto para la misión que Dios le iba a confiar, sirviendo de transmisor del mensaje del SEÑOR   a su pueblo .



 HEME  AQUÍ, ENVIAME  A MI………………………………………….  
PARA  SERVIR  A DIOS    ES   PRIORITARIA  LA SANTIDAD,     QUE  DIOS  NOS LIMPIE    POR  LA  FE   EN EL SACRIFICIO  EXPIATORIO DE JESUS EL MESIAS
CADA  DIA  ,  EN TODO TIEMPO ,   VIVIR     CONFORME A LA DIGNIDAD  DE  UN  HIJO  DE DIOS ,  Y   SERVIRLE   COMO UN INSTRUMENTO  LIMPIO.
PARA   ASI  REFLEJAR   LA LUZ  DE JESUS   EN NUESTRO SER.

EL MANDATO DEL SEÑOR  PARA  MI   ES  ……………SED  SANTOS  PORQUE  YO SOY SANTO.

PASTOR : LUIS MEDRANO